El oro también ha demostrado ser una buena inversión a largo plazo. A lo largo de los últimos 20 años, el precio del oro ha aumentado significativamente. En 2001, el precio del oro era de alrededor de 250 dólares por onza, mientras que en 2021, el precio promedio fue de alrededor de 1,800 dólares por onza. Esto representa un aumento de más del 600% en dos décadas.

Otro factor importante a considerar al invertir en oro es la oferta y la demanda. La producción de oro es limitada y, como resultado, su suministro es relativamente estable. Por otro lado, la demanda de oro puede variar significativamente. La demanda de oro en joyería y tecnología es alta, pero la demanda de oro como inversión también puede ser significativa en tiempos de incertidumbre económica y política.

Además, el oro tiene un valor intrínseco. A diferencia de las acciones, los bonos o las monedas fiduciarias, el oro tiene un valor real y tangible. El oro se utiliza en la joyería, la electrónica y otros productos, lo que significa que siempre habrá una demanda para este metal precioso.

Por último, el oro es una inversión fácil de adquirir y mantener. Los inversores pueden comprar oro en forma de lingotes, monedas o fondos cotizados en bolsa (ETF) respaldados por oro. Los lingotes y las monedas de oro pueden almacenarse en una caja de seguridad o en una bóveda, mientras que los ETF de oro pueden comprarse y venderse a través de una cuenta de corretaje.